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Adicción a las redes sociales

Hablamos sin filtros del uso incontrolado y continuo de espacios digitales.

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Esto va de adicción a las redes, ¡literal!
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Adicción a las redes sociales

La adicción a las redes sociales se produce cuando una persona necesita estar conectada todo el tiempo y pierde el control. Las redes sociales la absorben de tal manera que no puede pensar en otra cosa y esto afecta seriamente su vida académica, familiar y social.

Este trastorno está relacionado con la necesidad de aceptación por parte del entorno y puede dar lugar a la creación de una identidad falsa en las redes sociales que poco o nada tiene que ver con la realidad.

Además, es posible que la persona no sepa poner límites entre lo que es privado y lo que no lo es, o que imite comportamientos inapropiados que ve en las redes.

SELFIEEEEE *

ME HAN BANEADO *

NEXT *

NI UN SOLO LIKE *

Y AHORA FOTO DE POSTUREO *

#LIKEFORLIKES *

REPÍTELO QUE LO GRABO *

Cómo detectarlas

Ejemplos de situaciones que indican una adicción a las redes sociales:

  • Sentir la necesidad continua de acceder a las redes sociales.
  • Sensación de perder los nervios si en algún momento no se puede acceder a ellas.
  • Perder la noción del tiempo viendo las redes sociales y pasar mucho más tiempo del previsto.
  • Conectarse a escondidas a pesar de no poder hacerlo: por tenerlo prohibido,, por estar en clase, en el trabajo… .

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Tips de ayuda

  1. Utiliza las redes sociales como un “descanso” de otras tareas en lugar de convertirlas en la tarea principal. Por ejemplo, tómate un tiempo para conectarte durante tus descansos en el trabajo o en clase, o mientras tomas un café.
  2. Limita el tiempo de uso. Establece un tiempo máximo para consultarlas redes sociales (por ejemplo, 5 minutos) y pon una alarma o pídele a alguien que te avise cuando haya pasado el tiempo.
  3. Busca alternativas al mundo virtual. Queda con personas que te hagan sentir bien para ir a tomar algo, al cine, salir de excursión, hacer deporte, salir de fiesta… ¡Hay muchas opciones!
  4. Habla con tus amistades o algún familiar de lo que te pasa. Pueden ayudarte más de lo que crees.
  5. Pide a una persona de confianza (padres, amigos, pareja…) que te ayude a implantar y a cumplir medidas de “desenganche”.

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